Las autoridades nacionales de consumo en Internet y la Comisión Europea llevaron a cabo a principios de 2021 un cribado en los mercados en línea con el foco puesto en los mensajes ambientales, especialmente en sectores como el de la moda, la cosmética o los enseres domésticos. Ese análisis permitió detectar que un 42% de las propuestas que circulan por la red son engañosas, exageradas o, directamente, falsas a la hora de presentarse como sostenibles.

En los últimos meses el concepto “transición ecológica” comienza a tener pegada en los mensajes hacia los consumidores, tanto en el B2B como en el escenario B2C. La cadena de suministro se llena de términos como sostenibilidad, descarbonización, consciente, verde, huella ecológica, eco, circular, energía limpia, reciclado, friendly, etcétera, pero ¿hasta qué punto son vectores estratégicos y reales o una simple imagen sugerente para captar negocio?

En Aporta, empresa especializada en comunicación ambiental desde 2007, trabajamos para compañías y organizaciones líderes que apuestan desde el convencimiento por un modelo de desarrollo implicado en la sostenibilidad del planeta y la sociedad. Sin embargo, percibimos con preocupación cómo empresas de diferentes sectores y volumen de negocio intentan subirse al carro impostando, exagerando o mostrando prácticas ambientales que no llevan a cabo. El greenwashing se extiende y Galicia no es ajena a esta práctica.

Nos preocupa el hecho de que la práctica del greenwashing o ecoimpostura se convierta en un problema para aquellas marcas, productos, entidades y empresas que son responsables y llevan a cabo una apuesta seria, innovadora y sincera por el medio natural y la lucha contra el cambio climático -afortunadamente, cada vez son más-.

Esto nos ha llevado a pulsar la opinión de las empresas gallegas o con presencia en la comunidad a través de un estudio que pretende provocar una reflexión sobre la responsabilidad compartida de reforzar los derechos del consumidor e impulsar a quienes realmente dedican esfuerzos y recursos al reto ambiental. La encuesta, cuyos resultados están accesibles en esta web, propone preguntas para recoger la opinión en la faceta empresarial y social de quienes han participado en la misma.

La reputación ambiental de las empresas y los productos o servicios que nos ofrecen deben estar asentados en el conocimiento, la transparencia y la acción responsable. Por el planeta trabajamos todos, desde el accionista de una compañía hasta el operario que desempeña las tareas.  El cliente sabe apreciarlo.

 

Pedro Tasende

CEO de Aporta Comunicación