Compromisos y hechos concretos. Esto es lo que se espera de la COP26, que en sus primeras jornadas nos ha dado dos pistas fundamentales para acelerar en nuestro camino hacia una economía verde: una mayor ambición para aplicar las directrices del Acuerdo de París y la necesidad de unión entre países, para desarrollar soluciones y aprovechar las oportunidades de crecimiento verde.

También se mantiene presente una cifra clave: 1,5. Los grados máximos de subida en la temperatura mundial que los científicos plantearon como el escenario menos arriesgado para nuestro futuro y que en la Cumbre de 2015 se marcaron como límite.

Nuestra última esperanza

“Basta ya de promesas incumplidas”, indicó el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, durante la recepción a los líderes mundiales, el encuentro con el que dio comienzo esta serie de jornadas de negociaciones. Por el momento, hemos visto cuál es el estado de los países respecto al cambio climático y cuál es el futuro que nos espera si no actuamos con decisión. No podemos permitirnos dudar porque ya no tenemos tiempo: la emergencia climática está presente y necesitamos soluciones reales.

De este encuentro entre líderes, que seguirá a lo largo del día de hoy, se espera un compromiso de detener la deforestación en 2030 gracias a la demostración del importante papel de los bosques como ralentizadores en el aumento de temperaturas, así como la necesidad de trabajar en la innovación y el despliegue de “tecnologías limpias”.

En palabras de Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC): “Está totalmente a nuestro alcance. Pero llegar a ella depende de la finalización de nuestro trabajo aquí. Depende de la plena aplicación del Acuerdo de París. Depende de una mayor acción climática. Depende de ustedes. Depende de todos nosotros.” Estas dos semanas serán decisivas en el futuro de la salud del planeta. Estamos ante un reto difícil, pero no imposible si lo hacemos entre todos.